sábado

no puedo levantarme de la cama, hace días que me cuesta mucho entablar cualquier tipo de comunicación con alguien. Paso el tiempo recostada o mirando la pantalla de la computadora esperando que algún contacti me hable. Algun contacto de los 135 que tengo desadmitidos. Sí, me tomé el trabajo de bloquear uno por uno, de apagar el celular. de hecho solo tengo admitidos a mi hermana, por si en mi casa necesitan algo o bien para que no se preocupen y se vengan para acá (tienen llaves), a emiliano, y a él, porque claro, no se está enferma sin un virus latente.
Anteayer a la noche había comenzado a estar mucho mejor, había salido a un barcito a comerme un tostado, le había escrito a varios amigos preocupados por mi ausencia repentina de que estaba bien, había vuelto a escribir. Al día siguiente había desayunado en otro barcito mientras terminaba Macbeth, que no es mi tragedia preferida sin duda alguna. Había visto Up y El amor primera parte, y estaba dispuesta a aceptar la invitación a cenar por parte de Diego. me había escrito que pernsara un lugar lindo para comer y adjuntado a eso un video de Todo por dos pesos para que sonriera un poquito. Durante la tarde de ayer no tenía decidido si salir o quedarme descubriendo nuevas irregularidades de pintura en el techo, pero tomé coraje,- o le llamo así para creer que lo tengo en algún sitio de mí- y entré a darme una ducha pensando en qué iba a vestir si nos esperaba un lugar tan prometedor. Cuando corrí la cortina y busqué la toalla para envolverme todo el departamento estaba sumergido en agua, de nuevo. Dos centimetros de agua. TODO el departamento. Las cañerías se habían tapado. Desde las 7 de la tarde que entré relajada a cucharme, hasta las 10 de la noche, estuve secando el piso, levantando ropa mojada, corriendo muebles, lamentándome por libros arruinados, carteras desteñidas y por sobre todo el parquet que se levantó por causa de la humedad. Arreglarlo me va a costar muy caro y contarle a la mamá de mi mejor amiga, la dueña, que las cañerías se tapan y que el parquet impecable dejó de serlo, me genera un nuevo conflicto, uno muy grande para el estado en el que estoy.
Sin embargo, a las diez de la noche, hora en la que habíamos pactado salir, salimos: entre el caos de mi casa encontré una calza fucsia y negra, un buzo negro largo y desempolvé unas sandalias de verano. Bajé corriendo con mis rulos sin peinas y una carterita bordada que poco tenía que ver con el resto del ¨conjunto¨. Como bien dijo un amigo, para tener amigos deshonestos no los tengas, Diego me escuchó, se rió de la inundación y sentenció: cambiate jose. En otro momento le hubiera dicho que estaba bien vestida, que él no entendía que yo era cool, y ser cool significaba provocar combinando cualquier cosa con cualquier cosa y que se la bancara así, pero me miré en el reflejo de un Duna cuando ya casi llegábamos a la esquina y pensé: sí, cualquiera. volvimos a casa y me puse re linda, y agarré mis anteojos rosa de lectura para leer la carta al momento de ordenar ( de canchera que soy nomás) y partimos. Diego es como un hermano mayor, y me divierte verlo crecer y afianzarse en ese rol. Ayer cuando le pregunté si le parecía bien que pidiera costillitas de cerdo me contestó: buenísima elección, jose...muy bien, te felicito. Dale cincuentón, esas expresiones son de nuestros viejos... hace mucho que no volvía a 878, y que me sentía de nuevo una mujer arreglada que cena con velas y toma un malbec en pequeños sorbos delicados. Y lo escuchaba hablar a Die, que es como hablar conmigo. Pocas personas tienen la sensibilidad y la inteligencia para sobrellevar esa sensibilidad de manera expresiva. Mis amigos son mezcla de Woody Allen, Bergman y Fogwill. Son citadinos nostálgicos de no se qué. No se que es lo que tanto añoran, añoran un futuro que imaginan caduco antes de llegar. No sé, pero soy parte.
Hoy me costó despertarme hasta que escuché de la calle un auto pasar con el stereo al palo con white trash de sumo. white trash?? no condice que una persona que escucha música a todo volumen en su auto, analizado su nivel de educación como consecuencia de su poco respeto hacia el otro, pase escuchando ESE tema, como raro también sería que pasara escuchando a reventar Mozart. Me desveló. Me pareció mágico, o revelador quizás. White trash es un tema bajón y precioso que nunca esperé que alguien pasara escuchándolo a todo lo que dá. O estoy buscando un talismán. Soy una gran coleccionista.
Y arranco mi nuevo día así, tendré que seguir secando, encenderme un cigarro y tomar antibióticos para liquidar el motor de mi desmotor.
Me siento en Magnolia pero con ganas de estar en una de amor, de las pochocleras.

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