si hay algo que detesto es escuchar a un hombre haciendo uso del término ¨cucharear¨
Con él hice oídos sordos, quizás porque hay algo (en él) que está por fuera de mis apreciaciones prejuiciosas: la incertidumbre. Su mera presencia en la misma reunión, más allá del tema de conversación o la dinámica de la charla, acapara mi atención, me dispersa.
Por cuán poco se doblan mis convicciones, de ahora en más todos pueden decir cucharear, hacer cucharita, pasame una cuchara, ¿cucharitas descartables?
Ya fué. Llegó la primavera.
la foto no tiene nada que ver con nada pero mi gorro la rompe.
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