viernes

Desde el campanario de la iglesia se asoman tres niños gordos que hacen folk con la humedad del Mississippi. Se los ve alegres, hermosa estampa en la ventanilla percudida
del 146,
hoy su armónica suena más brillante que antes del viaje. El gris del cielo desmorona el tránsito. No me preocuparía si el colectivo tomara vuelo esta vez.
Dylan desincroniza los semáforos de una ciudad arteriosclerótica
Verde, verde, verde, verde, amarillo, rojo, rojo, verde, cian.

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