lunes


Hola Paloma, Palooooma! ah, no estás, bueno te llamaba para contarte que la contractura en el cuello se pasó, se pasó para abajo, ahora me duelen las lumbares. Yo te dije que natación no era buena idea además de que creo que me resfríe porque se llena de tipas el vestuario y el secador de pelo que pusieron, porque pusieron un secador de pelo que antes no existía, tira el aire medio friíto. Y yo estaba haciendo la cola, aburrida, con el buzo que me había puesto al revés del chucho que tuve al sacarme la malla mojada, atolondrada me eché encima todo como venía, como te decía, estaba haciendo la cola y empecé a mirar todo detenidamente, observé mis manos, la nuca de la chica de adelante que tenía un tatoo de una marca yanquee, texaco, una locura; la cosa es que prestàndole atención a mi entorno gimnasístico, que como vos sabés, para mi hoy por hoy es una novedad, iba bajando la mirada de a poco como escaneando, y llegué a mis pies. No reconocí mis zapatillas, me había puesto las converse de otra. Pero puedo ser tan pelotudita? las mías son rojas y me puse unas negras que estaban buenísimas, me parece que son de la nueva temporada porque tienen unos puntitos en gris que dan sensación de brishhito. Como las que compramos aquella vez en la Feria de Bernal. Dije- oh my god! tengo que devolverlas!, pero algo me retuvo, una sensación de lealtad a mis nuevos zapatos. Los amaba, me había enamorado a primera vista.
Asi que me salí de la cola para el electro coiffeur, agarré mi mochila y silbando bajito me mandé a mudar.

- acá estoy. Boluda, te las afanaste?
- ellas me afanaron a mí.

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