martes
es que quedaron tantas cosas sin decir, no, no es así, quise escribir: es que quedaron tantas cosas sin ser escuchadas. Porque en todo este entrevero de sentimientos, intenté decirte todo todo lo que que podía palpar de mí. Pero no escuchás. A pesar de tanta pena, de la distancia, de los recuerdos en liquidación, sigo esperando que escuches. que brote en vos un poquito de sensatez, que se te acomode el alma en la silla y prestes atención. Hola, sí, yo era tu novia. Yo. A la que ahora no tenés nada para decir ni ganas de tenerla, esa soy. porque las relaciones se arruinan cuando una de las dos partes no tiene el coraje de seguir adelante, cuando llega el momento de arriesgar más, y ese arriesgar trae aparejado cierto descontento atribuible a esas boberías sobre la falta de individualidad y libertad. porque sí, estar con otra persona acarrea eso, yo quiero + vos querés, queramos juntos. y te hablo de todo esto como si nuestro happy ending, no diese por sentado un desinterés total en las relación, como si realmente le estuviese hablando a una persona que se alejó sin romper nada, que solo desistió de manera elegante a compartir sus días junto a otra. te hablo como quien no sos, porque todavía no tengo los ovarios suficientes para aceptar con quién dormía y con quien proyectab. y te imagino siendo como él, sintiendo como él, te soplo los ojos de él cada vez que el corazón se me enternece con sus palabras. cuando me entiende, cuando se ríe, cuando me da la razón, cuando me la quita. cuando me escucha. y no quiero entender que estén tan cerca y tan lejos. algo me molesta de eso, me molesto con él, que no te pudo contagiar tomando de la misma botella, que no te pegó mucho a la cara cuando fué el momento justo. me da bronca eso. injustamente, yo tampoco pude. lo intenté, pero no pude. y él me dice que de ser vos me hubiera amado, y me hace llorar cuando pinta los días con sus pinceles viejos como cardumenes en mares espesos, porque vos no sos él, y vos no pudiste verme, ni escucharme, ni amarme ni un tantico así. yo buscaba magenta en tus ocho colores. Sad.
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