domingo

...

no habíamos hablado aún de eso pero él, la historieta, la tenía.
entre anécdotas, cervezas, besos, y risas sin fundamento sentenció ¨cuando un imbécil se ha vuelto prescindible para sí, intimamente se sabe prescindible para los otros. Esto se aprende en las salas de terapia intensiva, los tiroteos, los naufragios y en ningún otro lugar del mundo, creo¨.
A qué venía, no me animé a preguntar; los dos sabíamos.

No hay comentarios: