¨Esta noche te estoy esperando, como los pozos chiquitos
esperan a la lluvia. Con mi vestido celeste, y mis tontas ideas
acerca del mar.
Seguramente algunas cosas te seran extrañas. Pasa, ésta soy
yo; ¿te acordàs? Si querés podés tomarme de la mano
y podemos salir y caminar desentendidos de paredes y
puentes.
Esta noche podés no venir. Rememoro el lugar, la tarde en que te animaste a abrazarme; el beso impensado; y lo absurdo y lo grande del tiempo que vendrá.
-¿Cómo?
Y algunas otras cosas; pocas mas. El auto de tu papá; los ojos de tu madre...
Sencillamente te extraño. Estoy en el piso, sentada; en penumbras y sin fuerzas, como un relampago disuelto en un café. Y tú, definitivamente, no llegarás.
Esta noche ha estado lloviendo, y yo te recuerdo, aún a riesgo de olvidar que el cielo se esta abriendo y que el viento,
aunque no lo parezca, permanece siempre en el mismo lugar...¨
(de la poesía linda que Nico me enseñó)
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